Te vi, te vi viendo el mundo
Te vi llorando con el miedo en tu bolsillo
Te vi abrasando la vida sin mirarle la cara
Te vi mirándome, te vi mirándote.
Vi al hombre galopar sobre la cara abierta
Y amarrado con toda realidad se sentía seguro:
¡Bifurcador de sueños! ¿Donde quedó tu nombre y tu ataúd?
Vi a la mujer-niña que cantaba la siniestra melodía del futuro
Sin inmutarse, a veces, solo sonriendo, a veces,
Con la incansable carcajada de quien ignora la verdad
¡Gran mujer-niña! Tu esbozo de espíritu esta más cerca de lo deseado
Y tus ojos rasguñan la capa de miseria que cubre mis ojos.
¡Te vi gran niña-mujer!,
El escondite ya no consuela a tu ausencia
Cuando cierro los ojos y veo a la patria figurada:
¡Mi patria, mi presente, mi país!
No el que es angosto y largo,
Sino es el que cubre todo el continente del cosmos,
El de una oscuridad erótica
El del azur de mi alma.
¡Sencillo es mirar el alma y no encontrarte,
O cerrar los ojos para no querer hacerlo!
Sencillo es verte e ignorar tu presencia descomunal
y quedar arrellanado en la butaca de la gran bestia de vidrio.
¿Qué la bestia muerde lo tacones de dios y Jesucristo?
Jamás voy a ser testigo de lo que no inquieta
Jamás voy a renegar de la historia
¡Aunque un portales le halla vomitado la cara a un Engels!
¡O un O’Higgins este fornicando en la tumba con Lady Di!
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