domingo, 29 de octubre de 2006

...Me GuStArIa LLeVaRtE...



- ¿sabes?, no me conozco
- deberías hacerlo, ya falta muy poco
- ¿Y tu? Te conoces, alrdeas del tiempo, cantas a las mariposas y aves… ¿sabes? No-te conoces.
- Siempre supe que entenderías, insisto, falta muy poco.
- ¿Cuánto falta?
- Poco…


Antes, cuando no existían los mares de pétalos sucios y donde las cataratas y torrentes de agua caminaban al revés, no existía el sufrimiento. Las casas echas de un material firme a base de amor y los techos rellenos con paja amarradas con paz, por el viento.

Existían lenguas sin maquillaje y labios blancos por la sinceridad, de las ventanas de las firmes casas colgaban criticas por montones, pero eran secadas por el sol que las convertía y las mejoraba, pasaba el viento y las ponía en practica

Risas y alegria caracterizaban aLas personas que no ocupaban lentes, no era necesario, la Osadia y la sinceridad era parte del emblema del aquel entonces. Andaban vestidas con largas y Maravillosas túnicas echas de un tibio cariño que se veía por su blancura y los niños, andaban Y caminaban desnudos, mostrando la pureza de sus sonrisas. Pero lo más peculiar, era que nacían como adultos y a medida que crecían en edad, bajaba su estatura y se convertían en niños..

Las calles pavimentadas de color rojo y las veredas pintadas de verde mostraban la infelicidad de unos pocos, esos pocos eran gente miserable, con dinero, pero no les servia. En una de las ocasiones se encontraron dos jóvenes mayores, apunto de pasar a la niñez, uno era de las pocas personas infelices y el otro hombre feliz, lo normal.

El hombre feliz le hablo que para pasar a la niñez tenia que conocerse a el mismo, a su alma, a su ser y el le contesto:

- ¿sabes?, no me conozco
- deberías hacerlo, ya falta muy poco
- ¿Y tu? Te conoces, alrdeas del tiempo, cantas a las mariposas y aves… ¿sabes? No-te conoces.
- Siempre supe que no entenderías, insisto, falta muy poco.
- ¿Cuánto falta?
- Poco…

Mundos ocultos en mentes sin preámbulos, me gustaría llevarte hay sentir que los demás no lo son todo, pero tu no eres nadie sin todos.
Llevarte a ti también, pelos oscuros alimentan tu suave sonrisa, de niño, de niña.