...SuEñO...

"Y finalmente comprendí que salir de aquí es mucho mas interesante."
Me lo dijo el viejo, que sostenido en un bastón, jugaba a ser sabio. Yo lo mire, y enfrenté al viejo sabio incompetente, le dije que no quería seguir en su juego, pero que esto le daba sabor al desafío. Aunque me impidió hacer algunas cosas, le agradezco que su templada y penetradora mirada exista.
Le tome la mano al destino ,y le di mi brazo al viejo, caminamos donde tu estabas. Tuvimos que cruzar a una sala de grandes y conmovedoras ventanas, ademas colgaban cuadros de colores luchando entre si. Tu estabas en el medio, sentada, con esos ojos que la luna envidiaría, porque dejaría de mirarla para quedarme siempre mirandote.
El viejo me apreto el brazo, volviendome a la realidad, sentandome en mi silla, y dejando de soñar.

...Me vEo eN La ObLiGaCiOn...

Me veo en la obligación de escribirle al precursor de la vida, al amante del amor, que en su inconsecuencia esta su mano. Intento no ser parte antagonista del amor, intento tambien construir torres para vigilarte desde aquí.

Aqui, en mi lugar, en donde las cortinas son venas mutiladas, y las paredes serios precursores de la oz y el martillo, en donde seis cuerdas hablan con la electricidad y canales de televisión eternos protegen mi sueño. Aquí los modelos no tienen cabida, espacio ni lugar.

Suerte que las aves no pueden descubrir la galaxia, lloraría las familias de tiernos astronautas, los osos del espacio, al saber que ellos se quedarían y no se aburrirían con las aves, y su vuelo incesante en busca de la libertad, llenarían de dicha a los cuestionados seres humanos.

Humano, especia conmovedora y triste, sin alas y con su energia limitada a la alineación de la tierra, amor, llanto, gaviotas, marfiles y globos aerostáticos.

...sObErBiA...

Siempre soñé con estar en la luna,
Mirar al mundo desde mis ojos,
Teñirlo con tonos de amapolas,
Y juzgar a la gente por su olor.

Intente ser un historiador,
Creer que puedo cambiar tu pasado,
Jugar con grandes filósofos a la guerra,
Llorar con los héroes medievales,
Y reír con los bufones que se revelan al rey.

Al tiempo en que caían los últimos meteoros a la tierra,
Aun juzgabas por lo que no eran, en relación con el espejismo
Y a un cierto narcisismo envuelto en llamas,
El verdadero absoluto, compañero, te llaman.

También menciono a la tierna flor que crece en el desierto,
A la que escribieron también tantos poetas melancólicos, igualmente envueltos en la sociedad.
Amo la flor que envuelve el pan nuestro de cada día,
Y la amo mas cuando creo saber que dios no es parte de nuestro mundo.

Dedico a los animales que no encontraron nombres y a las gaviotas que no encontraron el mar, a los humanos que no quieren serlo y al rico que quiere nuestro pan.