miércoles, 30 de enero de 2008

Orar


Construirás dos torres,

En una de ellas estaremos todos,

En la otra solo tú.


Desde la azotea verás falsos socialismos

Y grandiosos dólares.

También serás testigo de tu propia vida,

Podrás alterar el curso de los ríos,

Aunque eso signifique la molestia de dios.


Si miras a tu derecha verás la otra torre,

Ahí estaremos todos, intentando convencerte que saltes al vació,

Por supuesto que estaremos corrompiendo la torre.

Yo, personalmente, destruiré los pilares que la sostienen.


Pero tú no te preocupes,

Ten fe en la magnánima iglesia,

Solo tienes que cerrar los ojos y sentir a dios.

¡¡Ah!! También debes olvidar su pasado y olvidar cada pecado.


Si te salvas, camina por las selvas parroquianas

Aptas para el cinismo y el oculto crimen

Y te sientas a orar con la satisfacción de que no te castigarán.


Siente la alegría

Que tomaste el camino más fácil.

Y en cada suspiro una torre se derrumba,

Solo te pido que procures no destruir la mía.

martes, 1 de enero de 2008

Todo empezó con tus ojos, como de costumbre.


Jamás me imaginé que el mirarte sería repetido en toda la noche, tu sonrisa como agravante y tus ojos como una culminación exacta de mi atención.

Sin más, estabas frente a mi, tus manos heladas contribuían a mis ganas de acariciarte, y encubierto por las causas, te lo pedí.

Sin conocerte has estado invadiendo mi cabeza, y cuando te encuentras con el remordimiento te quedas y no te vas, no eres igual a todas, aprendí a entregar cariño sin juzgar a la luna.

Me enseñaste mucho, ahora por fin lo comprendo, se que nunca más te volveré a ver, porque nuestras vidas no se parecen, no nos acercamos.

Espero algún día caminar en la calle y ver que tu vengas de frente, y así poder mirarte nuevamente.