Queriendo volcar el triunfo
Para esparcir los olores victoriosos
Y salvar al mundo desahuciado.
La mano del hombre es torpe
Porque destruye todo a su paso
Soltando el polen envenenado de los edificios,
Fecundando las ciudades con nuevos habitantes.
La mano del hombre es ajena.
Mano
Del
Hombre.
Se pelean
Se odian
Se matan.
Se aman profundamente sin convicción
Y se encierran a tocarse morbosamente.
Las otras extremidades lloran,
Se lamentan por las desgracias
De un porvenir sucio
Pero ni el mismo hombre les presta atención.
Ahora, cuando todo está desparramado
Y los precipicios se aferran con uñas para no caer
Creemos en la esperanza.
Esperanza: la adicción del hombre y su mano,
De todos los hombres con sus brazos, tronco y piernas.
Esperanza: ¡abran las puertas del infierno! Aquí está el gran pecado…