Construirás dos torres,
En una de ellas estaremos todos,
En la otra solo tú.
Desde la azotea verás falsos socialismos
Y grandiosos dólares.
También serás testigo de tu propia vida,
Podrás alterar el curso de los ríos,
Aunque eso signifique la molestia de dios.
Si miras a tu derecha verás la otra torre,
Ahí estaremos todos, intentando convencerte que saltes al vació,
Por supuesto que estaremos corrompiendo la torre.
Yo, personalmente, destruiré los pilares que la sostienen.
Pero tú no te preocupes,
Ten fe en la magnánima iglesia,
Solo tienes que cerrar los ojos y sentir a dios.
¡¡Ah!! También debes olvidar su pasado y olvidar cada pecado.
Si te salvas, camina por las selvas parroquianas
Aptas para el cinismo y el oculto crimen
Y te sientas a orar con la satisfacción de que no te castigarán.
Siente la alegría
Que tomaste el camino más fácil.
Y en cada suspiro una torre se derrumba,
Solo te pido que procures no destruir la mía.