Y por si fuera poco, reclamaremos nuestros intereses,
Jugaremos a conquistar el mundo y bajar a dios de las alturas,
No hablo de vivir vidas desenfrenadas, lúdicas ni felices,
Si no, de juzgar a tantos puños heridos y seguir su ejemplo.
Pienso en remecer a las ballenas,
Y a todas las bestias que azotan los pequeños monasterios
Infectados de cleros anticlericales
Y águilas que quieren caminar.
Nuestro destino está sellado por la mirada de los compañeros,
Que dejaron de construir torres por construir nuevos horizontes,
Y reclamar lo que por fin fue sellado por los del olimpo…
Aunque jamás quemaron ni jugaron sobre cofres de papel.
El mundo es nuestro,
El futuro esta sellado por eternas mariposas rojas,
Que con su himno someterán a botas y tambores
Hasta que nuestra victoria sea siempre.
Ahora, plantado en este tierno desierto,
Puedo completar lo que nunca fue dicho,
Puedo comprender y aprender sobre los colegas:
De armas, pero cargados con tintas infinitas,
Mientras puedan mirarnos hacia abajo.
Comienzo a descender la mirada
Y pálido me comentas tu desden,
E impávida te quedas al mirar el brillo de los ojos al despertar
Jugaremos a conquistar el mundo y bajar a dios de las alturas,
No hablo de vivir vidas desenfrenadas, lúdicas ni felices,
Si no, de juzgar a tantos puños heridos y seguir su ejemplo.
Pienso en remecer a las ballenas,
Y a todas las bestias que azotan los pequeños monasterios
Infectados de cleros anticlericales
Y águilas que quieren caminar.
Nuestro destino está sellado por la mirada de los compañeros,
Que dejaron de construir torres por construir nuevos horizontes,
Y reclamar lo que por fin fue sellado por los del olimpo…
Aunque jamás quemaron ni jugaron sobre cofres de papel.
El mundo es nuestro,
El futuro esta sellado por eternas mariposas rojas,
Que con su himno someterán a botas y tambores
Hasta que nuestra victoria sea siempre.
Ahora, plantado en este tierno desierto,
Puedo completar lo que nunca fue dicho,
Puedo comprender y aprender sobre los colegas:
De armas, pero cargados con tintas infinitas,
Mientras puedan mirarnos hacia abajo.
Comienzo a descender la mirada
Y pálido me comentas tu desden,
E impávida te quedas al mirar el brillo de los ojos al despertar
